Por el poder que nos hemos autoconferido, invocamos “a todas nuestras hermanas brujas, las primeras guerrilleras y luchadoras de la resistencia a través de todos los tiempos” y reivindicamos: la sabiduría femenina, la maldad femenina, la fealdad, la rareza, la extravagancia, el bizarrismo, la hipertrofia y la multiformidad.