Ojalá en África también pudieran preocuparse porque les aprietan los vaqueros.

Ayer 16 de octubre de 2011 se celebraba el Día Mundial de la Alimentación. Casi 925 millones de personas pasan hambre, según datos de la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO). El hambre afecta gravemente al menos a 26 países, no sólo al cuerno de África. En estos países en vías de desarrollo la población destina un 70 por ciento de sus ingresos a la compra de alimentos. En un país como Alemania, donde las familias sólo destinan el 12 por ciento de su presupuesto a la alimentación, una situación similar sería equivalente a que un pan costara 30 euros.

Mientras seguimos dándole al “Me gusta” de grupos de facebook tipo “CAMBIO TESOROS DEL VATICANO POR COMIDA PARA AFRICA, TE APUNTAS?” Nos sentimos menos culpables, pero la realidad es que” mientras más de la mitad del mundo pasa hambre, la otra mitad se muere por no comer”. Me estoy refiriendo a los TCA (Trastornos del comportamiento alimetario).

Quería reflexionar acerca de estos artículos que salieron en las mismas fechas en las noticias de Msn con títulos como: “Ocho señales de que tu novio te está haciendo engordar”

<<Has conocido al hombre de tus sueños, te hace estar en las nubes, tus amigos le adoran, tu madre le quiere como a un hijo e incluso tu padre ha dado su aprobación. El único problema es que, cuanto más feliz estás, más te aprietan los vaqueros.

Puede deberse a que ahora que estás asentada en una relación ya no sientes la necesidad de cuidar tu dieta o hacer ejercicio tanto como solías, y aquello que siempre habías querido (un novio) te está causando un aumento notable de peso (justo lo que nunca hubieras deseado).

Sigue leyendo para averiguar las principales razones por las que encontrar un hombre puede significar perder tu línea… y lo que puedes hacer para recuperarla.>>

Algunas de las perlas que he recuperado son:

<<…si a tu novio le gusta meterse en la cocina cada noche, puede que instintivamente te presente el mismo monstruoso plato de comida que se haya preparado para sí mismo, lo que significa calorías de más que pueden ser un desastre para tu línea. Repite con nosotros: “Debo aprender a controlar las porciones, debo aprender a controlar las porciones…” >>

Al párrafo siguiente puedes leer esto: <<Aunque es genial que ya no estés obsesionada con contar cada caloría, tu confianza se evaporará cuando un día mires al espejo y te des cuenta de que has entrado en una espiral de ganar peso sin control.>>

El escritor de este artículo, Tom Fortune, no me parece que se aclare con contar o no contar calorías, así que nos deleita con más consejos:

<<Cuando le preguntas a tu chico “¿Este conjunto me hace parecer gorda?” o “¿Se me ve el culo grande con esto?”, ¿qué te contesta? Su respuesta puede decir mucho de vuestra relación y del futuro que le espera a tu figura. La mayoría de los hombres, independientemente de tu aspecto, responderán por supuesto con un “no”, por lealtad y porque harían cualquier cosa por vivir tranquilos. Es muy dulce por su parte no querer herir tus sentimientos, pero si estás engordando mucho necesitas saberlo, y esa bien intencionada falta de honestidad no está haciendo ningún favor a vuestra relación. Mientras sea educado, no hay nada de malo en que te diga que has ganado algo de peso. Así mantendrás los pies en la tierra y harás algo al respecto, lo que os beneficiará a ambos de cara al futuro.>>

Ojalá en África también pudieran preocuparse porque les aprietan los vaqueros.

2 thoughts on “Ojalá en África también pudieran preocuparse porque les aprietan los vaqueros.

  1. Novament he de riure per no plorar, amb el que diu aquest senyor. Ara resulta que en una relació només la noia engreixa, i que és per culpa del noi. Primer perquè quan ell cuina no sap fer res més que coses plenes de calories, i segon perquè com que estan junts la noia es relaxa i es deixa. Això pot ser cert, però que no els passa a tots dos? De quina manera és culpa del noi? I ell, esclar, no és que t’estimi tal com ets, quan et diu que ja estàs bé (malgrat que tu saps que t’estàs engreixant), sinó que calla per no tenir problemes però en el fons pensa que fots fàstic.

    La pregunta és: si això és cert, val la pena estar amb algú així? Au, a berenar (ho faré de debò)

    M'agrada

  2. Aquesta és una altra mostra de que amb els temes de la igualtat també els homes hi surten guanyant. I què vol dir deixar-se? Vol dir menjar bé? Deixar-se de preocupar per les caloríes? Si realment aprenguessim a escoltar el nostre cos ens alimentaríem millor i no faríem servir el menjar com a catalitzador dels sentiments. I en els nombrosos llocs on no tenen aliment, l’acció contra la fam hauria d’estar més plena de sentiment pels/les que tenen poder per canviar les coses.

    M'agrada

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